Solo una copa [Priv. Luciann]

Que mejor que una copa para pasar el rato, un momento para reflexionar de mi vida, todo estaba pasando tan rapido apenas unas horas me habia enterado de hechos desastrozos en mi familia, no era de las mujeres que se enteraban de sus penas y se ponian a llorar, al contrario era de las mujeres que tomaban para olvidar, y sonreian para seguir adelante.

-Un whisky-le dije al camarero sin verlo y sentandome en la barra, tan aburrida, tan estresada, ahora lo que yo mas necesitaba era olvidarme del mundo entero y seguir caminando.

Una chica se acababa de acercar me decia que lo que hacia era malo pero ella tambien lo hacia, era ilogico haci que decidi no prestarle demasiada importancia, solo patie mi silla y me aleje a una mesa donde con mi pierna me jale la silla y empuje la otra para que ella se sentara, nunca me habia llamado la atencion eso de hacer amigos por el alcohol pero bueno estaba en un bar sola, y ella era otra chica, una muy parecida a California, mi extraña y simpatica California, tan ingenua, y tan torpe, pero a fin de cuentas ella fue mia.

-Tienes una mejor idea para ahogarlas?-le pregunte algo mareada por el licor a la peliroja, que se veia un poco borrosa, que extraño al parecer algo tenia mi bebida, deberia tener mas aguante.

La chica Petrova se sorprendio por que la peliroja aceptara su invitacion, cuando toco su cara no pudo evitar sonrojarse aunque era posible que como siempre que tomaba sus mejillas se pusieran un poco rosadas.

-La otra es olvidar y seguir adelante-alzo su vaso y el camarero le sirvio otro whisky estaba segura o al menos eso pensaba de que si tomaba un poco mas terminaria sin acordarse de lo que habia hecho para el siguiente dia.

-O tu que crees?-le pregunto a la peliroja la cual ya veia un poco borrosa pero aun a pesar de su borrachera no podia evitar ver que era realmente hermosa y que le daban unas ganas de pasar una noche con ella y provar eso que era tan prohibido segun su ex Cali.

Aunque el alcohol ya la tenia un poco mariada, no conocia a la chica que tenia enfrente asi que no se podia fiar mucho de ella, a pesar de todo, su pregunta le habia hecho sonrojarse un poco y morderse el labio con delicadeza, por pura costumbre y nervios, saco de su pantalon ajustado un tubo de gloss rosa y se lo unto, sensualmente en sus labios, dando le a entender a la peliroja que entendia a lo que se referia.

-Si, hay verias maneras-le guiño el ojo y pidio una margarita de menta, no era exactamente la bebida mas elegante para una mujer pero aun asi, ya estaba lo suficientemente borracha como para ponerse a mezclar bebidas sin importar realmente las consecuencias de eso.

-Aun no creo que mi pasado haya tenido algo maravilloso-aun le dolia pensar en California, despues de todo habia sido su primer amor desde niñas y eso no era nada facil de olvidar, pero tampoco se ataria a recuerdos del pasado, California habia decidido dejarse guiar por un chico, y Lukia no era de las que daba segundas oportunidades asi que su experiencia con ella habia llegado a su fin.

-Las Hazelrink son crueles-se tomo la margarita de golpe y recordo que la lider de la mafia alemana se apellidaba asi, o al menos eso decian los reportes que le habian llegado junto con una taza de cafe colombiano, extraño, pero en realidad nadie conocia lo que en realidad sentia su jefe.

-Lo siento no queria tocar un tema delicado-se paro y abrazo a la chica,-a la Hazelrink que yo conoci era la menor, California-dijo pasando una mano por su cabello rosa y inclinandose para besar a la joven peliroja en los labios pasando su lengua por los labios de ella,-las Hazelrink siempre enga;an a sus parejas-dije pasando mi lengua por su cuello, estaba deprimida por que California me habia enga;ado con ese chico Regal uno de arabia, musculoso, siempre pense que le gustaban las mujeres, pero al parecer ahora preferia, a los chicos, era tiste y duro para mi.

-Nunca perdonan lo que una siente-no pude evitar soltar una peque;a lagrima trasparente y salada que callo en mis labios llenos de gloss, resbalo sin problemas y choco con menton y callo al piso, no hiba a hacer un expectaculo hay, lo menos que yo queria era que la gente me viera debil y deprimida, ya no mas, eso no me volveria a pasar.

Queria verla era hermosa, pero a la chica que tenia enfrente era aun mas bella, era como California y tenia una gran pechonalidad, ternia ganas de apretarlas pero me contube, aun podia, no teniamos tanta confianza.

-Mira ni te creas-rio un poco el efecto del alcohol empezaba a quitarse, y la peque;a rusa empezaba a entrar en confianza.

-A veces los hombres la tienen tan chiquita que ni al orgasmo llegas-queria hacer reir a la peliroja, y que se sintiera mejor, aparte ella no hablaba nada que no conociera.

-A veces una tiene que terminar tocandose, por que ellos no saben exitarte-se estaba riendo, con Californoa fue diferente.

-Las chicas sabemos como darle placer a otra por que conocemos las partes del cuerpo que dan mas placer-ya habia empezado con su discurso, aunque en realidad solo queria ver a la peliroja sonreir y no amargarse como ella lo estaba.

-Talvez tu chica, fue ilusionada con algo feliz, con una vida llena de lujos o alguna estupidez asi, las Hazelrink estan acostumbradas a lo bueno, al dinero, las tres son asi-sabia que era verdad ella misma habia visto las joyas que usan ellas, Luna tenia una pulcera en el tobillo de oro con algunos rubis incrustrados, y Cali tenia una pulsera en la mu;eca igual, era demasiado comun.