Perdido en Japon (Priv. Nezumi)

Estaba buscando el mejor lugar para encontrar el regalo perfecto para Luna, mi pequeña Luna, lo de los vestidos y ropa para mujer era un verdadero problema dando a sus enormes y hermosos pechos.

Me meti en una calle que al parecer parecia realmente peligroso, pero no me importaba, aunque el dinero no importaba, a veces es mejor comprar cosas lindas y baratas.

-Ayuda!-dije cuando se apagaron las unicas luces que ensendian el lugar, y me puse a temblar como un raton asustado.

Hacía solo segundos que había terminado su última función. Esa noche, como siempre, las butacas habían estado medio llenas y nuevamente lo habían confundido con una mujer. Bueno no era que le molestase; le divertía jugar con los insectos un rato antes de desaparecer.. Estaba vestido con su usual ropa abrigada, las noches de otoño en Japón eran bastante frías por estar cercanos al Océano Pacífico.
Las luces parpadearon, más no volvieron enseguida. Que sorpresa. Alguien en un intento de reparar su conexión ilegal de electricidad parece haber explotado los fusible del alumbrado público.
Un grito de socorro llamó su atención y no pudo hacer más que desviarse de su camino y correr hasta la pobre victima, más no precisamente con intenciones de ayudarle.
-¿Qué se supone que haces en mis terrenos, extraño? - Se encontraba a una distancia prudente del desconocido, uno nunca sabía si solo estaban fingiendo o algo.

Vi a una hermosa chica sera de mi, bueno no era tan hermosa no tenia unos pechos hermosos como mi Luna, pero tenia un sierto atractivo.

-Yo me perdi, bella dama, podria decire para donde queda la plaza comercial mas cercano-le temblaba un poco la voz ya que estaba en un pais totalemente ajeno a el, y a todo lo que conocia.

Espero pasiente la respuesta de aquella hermosa mujer.

¿Bella dama? ¿Le había llamado bella dama aún cuando ya no llevaba el cabello suelto ni las ropa de Diva? ¡Menudo imbécil! Sonrió en compañía de una sonrisa fría como el hielo y afilada como la punta de un diamante. Escondió las manos en los bolsillos de la chamarra azul para resguardaras del aire que azotaba a la ciudad; como la rata que era quería irse a su casa y olvidarse de todo hasta su proximo trabajo, pero muy dentro de él algo le hacía permanecer allí, como si en cualquier momento algo ventajoso ocurriría.

-Como buena dama podría decirle... Pero lastimosamente todo tiene un precio en este lugar. De alguna manera se tiene que sobrevivir, Linda- Con tono socarrón se burló del muchacho, su voz ciertamente era profunda, pero tenía un timbre demasiado alto; le daba la sensación de que todo aquello era una farsa y que su voz sedosa era un simple intento de parecer caballeroso y más masculino.

La bella chica habia contestado con una voz un poco fuerte, era tan masculina su voz, por suerte para todo que pagar, traia la cartera llena, los regalos que siempre le hacia a Luna me salian super caros y siempre acostumbre pagar en efectivo.

-Claro, digame el precio, bella señorita-enfatizo en bella señorita dado a la voz de varon que tenia, pero bueno cada quien tenia su diferete tipo de voz y muy respetable.

-Digame la cantidad y se la doy en efectivo-dije muy seguro buscando mi cartera.

Lo miró de arriba a abajo. Ciertamente el joven que aparentaba ser muy masculino -Todo lo que Nezumi no parecía ser- pero la cobardía que le causaba la oscuridad lo hacía ver más como una niña sin sumarle el hecho de que confiaba en un desconocido y pensaba pagar la cantidad que le viniera en gana a Eve por solo saber donde habría un lugar con un poco más de iluminación.
Dio media vuelta y comenzó a caminar, trazando un camino completamente al azar entre los callejones. -Me pagarás la mitad con especias y la otra mitad en efectivo cuando te halla rescatado, princesa...- Si, ese sería un buen castigo que le enseñaría el lindo pelinegro a no confiar en cualquier persona. Su ego aumentó cuando se convenció de que todo esto no lo hacía porque le salía solo de la polla, si no porque le estaba enseñando una valiosa lección de vida y de supervivencia a un pobre iluso perdido.

Empeze a seguirlo sin sospechar nada, parecia una bella dama, muy dulce asi que lo mejor seria hacerle caso, corrio para ponerse a su lado.

-Me llamo Luka Blair-dijo presentandose con la bella dama, a quien empezaba a ver como un chico, una mujer jamaz se habia resistido a sus encantos.

-Y usted bella señorita?-dijo tratando de descubrir que era eso por el cual ella se veia tan atractiva, seria la voz o el cuerpo.

Citación :

Luka extiendete un poco mas, continuen posteando con normalidad :B

Rodó los ojos cuando el pelinegro que se llamaba a si mismo Luka lo alcanzaba. A millas podría notar que el muchacho no era de por esos lares. Es más, apostaría su cabello y manos a que ni siquiera era del país ¿qué demonios hacía un extranjero en los barrios bajos? De por sí, no sabía en que estaba pensado el sujeto en estar en Japón; con la sobre-población el lugar cada vez era más peligroso. Cuando los humanos sobraban uno nunca sabía que cosas podría pasarles ¿Que diferencia hacia uno, dos, cinco, vente sujetos menos en una isla de millones y millones de personas?
-Me dicen Nezumi. . . Aquí estamos - No se dignó a mirarlo, pero una sonrisa ladina, llena de peligro surcó las facciones del rostro de Eve. La fiesta comenzaría en el momento preciso cuando cruzaran el umbral de aquella puerta. Nezumi se había detenido cuando llegaron a una puerta de madera vieja, en marco que daba contra el piso estaba comido por el asfalto crudo y al abrirla hizo un horrible chillido. Sobre el marco había un cartel que recitaba "Teatro: Himitsu - Kuro no Chikai " iluminado con una única luz pelada.
Al pasar había que bajar un par de escalones con barandas oxidadas. Había un corto pasillo rodeado de sillas y en frente se encontraba el escenario con una mesa, una única silla y la luz de un reflector en el centro.
-Vamos... Las especias se pagan al fondo....- Siguió caminando, bajó sin prestar atención los escalones y traspasó el pasillo antes de rodear el escenario y abrir una segunda puerta escondida a un costado, bajo el manto de la oscuridad. Nada se podía ver al otro lado de la rustica puerta que Eve atravesó.

Luka seguia muy asustado, no sabia realmente a donde lo estaba llevando el chico con el nombre de "Nezumi", lo seguio temblando un poco.

Cuando entraron a un teatro, Luka nunca habia hido a un tetro, le parecia tonto y ridiculo, aparte el era un gran actor, si hacias tratos y matabas, necesitabas saber actuar tu papel de inocencia, pero a que costo, al pensar en la mafia, le daban ganas de retirarse, no tenia razon para seguir.

-A donde me llevas?-pregunto dudando un poco, el lugar no tenia buena pinta y el chico que lo guiaba no le decia nada.